La amistad es un regalo que debe prevalecer ¡en todas las áreas de tu vida!
Los cimientos de una amistad deben estar presentes ¡en todas nuestras relaciones! Con nuestros padres, hermanos, hijos (seamos ejemplares), pareja y con nuestro prójimo.
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Génesis 2:18
¿Cuantas veces hemos sido «rescatados» por un amigo? Los amigos son parte del bálsamo indispensable para sobrellevar tormentas. En los tiempos de prueba, tener amigos cerca puede aliviar un corazón herido, un alma quebrantada… esas sesiones de «amigoterapia» invaluables en las que nos desnudamos y nos mostramos vulnerables, imperfectas, humanas…
Jesús invitó a sus amigos en muchas ocasiones a pasar por momentos difíciles, tal es el caso del momento en que fue al huerto de Getsemaní a clamar por fortaleza y misericordia justo antes de ser crucificado, estuvo en compañía de sus discípulos Pedro, Jacobo, Juan…
En todo tiempo ama el amigo,
Proverbios 17:17
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Proverbios 18:24
Y amigo hay más unido que un hermano.
Tratar a nuestras amigas como queremos ser tratadas. ¿Exiges lo que das? Ojo con ser demandantes y co dependientes, acepta a todas como son: son tan humanas y pecadoras como tú, y por lo tanto, no son perfectas. ¡Puedes amarlas como Cristo nos ama!
2. No seas partícipe de los chismes
El hombre perverso levanta contienda,
Proverbios 16:18
Y el chismoso aparta a los mejores amigos.
Cuando tenemos problemas con una amiga, no corras a contárselo a otra. Seamos valientes y sinceras.
3. Perdona y pide perdón
Cuando se perdona una falta, el amor florece,
Proverbios 17:9
pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos.
Necesitamos pedir perdón y ofrecerlo. Eso es clave para preservar toda buena relación. Poseemos una naturaleza egoísta llena de emociones carnales: celos, envidia…
4. Se leal
En todo tiempo ama el amigo,
Proverbios 17:17
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
La lealtad en una amistad es lo que permite que perdure por siempre.
5. Cuida tu relación
Un amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada.
Proverbios 18:19
Las disputas separan a los amigos como un portón cerrado con rejas.
Di lo que te molesta cuando te moleste y no cuando te «harte» así usaras tus mejores palabras y no tus peores ofensas. La palabra tiene poder de bendecir o destruir.
6. Escucha los consejos, no te ofendas
El perfume y el incienso alegran el corazón,
Proverbios 27:9
y el dulce consejo de un amigo es mejor que la confianza propia.
Una amiga verdadera, que también ame a Dios, debe hablarte con la verdad, aunque duela. Te dará buenos consejos. Quizá no siempre sean lo que quisieras escuchar, pero pon atención. Cuando lo hagamos, que nuestros consejos sean dulces verdades expresadas con amor.
7. Dedica tiempo a tus amigas
Como el hierro se afila con hierro,
Proverbios 27:17
así un amigo se afila con su amigo.
Para tener buenas amigas y ser buenas amigas, se requiere intencionalidad.
Busca un tiempo para cultivar una amistad. Un verdadero amigo viene a tiempo, los demás cuando tienen tiempo.
Busca el árbol correcto para refugiarte, fíjate que el fruto que tenga «esa» área de su vida que necesitas consejo, sea ejemplar para ti .
Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros;
Proverbios 18:24
el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.
Hay amigos de toda la vida, otros que vienen y van y algunos que llegan de paso, con un «propósito» específico en nuestra vida, a veces es espectacular, a veces es doloroso…
Dios tiene sus métodos para enseñarnos y ponernos a prueba, así que bendice a todos los que has hoy han pasado por tu vida, porque gracias a ellos quizás hoy eres más valiente, generosa, humilde y misericordiosa.
A veces la amistad termina, procura que siempre sea con respeto, amor y gratitud.
¡A todos gracias!
Dios usa gente como respuesta. Gente que se transforma en sus brazos para abrazar, sus oídos para escuchar y su boca para ministrar. Gente común y corriente como tú y yo, que responde, reacciona a lo que está pasando a su alrededor.
Para una amistad, no necesitas mas que disposición. El resto obviamente es obra de Dios.