Una vida con orden
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La palabra ORDEN causa un poco de incomodidad en la gente, pues no todas somos ordenadas, y además, vivimos en un mundo desordenado. Aparte, resulta muy difícil lograr tener orden en todos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo, es algo que existe en todas las áreas, junto con la disciplina. Hay un orden social, un orden político, en la naturaleza, en cualquier profesión e incluso, hay un orden de Dios, que detallo a continuación:
- DIOS- mi relación y comunión con Él debe ser mi prioridad
- YO- me valoro, me respeto, ejerzo mi libertad interior
- CONYUGE- lo amo, lo respeto y lo bendigo
- HIJOS- los cuido, los amo y los respeto
- TRABAJO- soy responsable y comprometida
- MINISTERIO- participo activamente en la extensión del Reino de Dios
- FAMILIA EXTENDIDA Y AMIGOS- relaciones saludables
La Palabra dice:
“Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?”
Salmo 11:3
Otro aspecto importante donde debe de haber orden es en nuestros pensamientos. Es común que nos preocupemos por nuestro estado físico, y nos olvidamos de la salud mental. Estadísticamente, de los 60 mil pensamientos que generamos al día, un 70% son negativo; de ahí que haya tanta gente depresiva. Un 70% de las enfermedades son psicosomáticas, es decir, que se generan en la mente. Así que enderezar nuestros pensamientos tiene un gran impacto en nuestros patrones de conducta y en nuestras emociones; ya que toda acción viene de un pensamiento y de una emoción. De ahí que los pensamientos son semillas de vida o de muerte; y por ello, no debemos permitir que los pensamientos negativos permanezcan en nosotros mucho tiempo.
La Palabra dice:
“Fijemos los ojos y la mente en todo lo verdadero, lo correcto, lo noble, lo puro y lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza”
Filipenses 4:8
Un orden fundamental en nuestra vida es el financiero, y por ello es importante el ahorrar y el no derrochar. Recordemos que somos administradoras de todo lo que tenemos, y que debemos rendirle cuentas a Dios. Tristemente la Abundancia corrompe al ser humano y nos aleja de Dios; de ahí que la verdadera definición de ser Rico es aprender a ser feliz con lo que tenemos. El Despilfarrar habla de nuestra poca consideración por las bendiciones de Dios, habiendo tanta gente en necesidad. En cuanto al ahorro, no olvidemos que las finanzas familiares no sólo son responsabilidad del esposo; nosotras somos co-responsables. Las deudas son malas, te esclavizan y son solo un salvavidas temporal. “Uno es esclavo de lo que te controla.” En nuestra vida, siempre habrá imprevistos que cubrir, y por ello la importancia de tener el hábito de ahorrar.
La Palabra dice:
“Quien ahorra poco a poco se enriquece”
Proverbios 13:11
¿Cómo lograr este equilibrio, orden y disciplina en nuestra vida?
Paso 1- Ora. Platica a diario con Dios, pídele dirección, busca consejo en su palabra. El es el timón de nuestra vida; es como el plano para el constructor. Se diligente y perseverante en tu tiempo con Dios. Así como nos vestimos y nos arreglamos para salir a diario, no salgamos sin la cobertura de Dios.
En la vida cotidiana, es común que primero tomamos una decisión, luego la realizamos y al final esperamos la bendición de Dios, sin siquiera haberle consultado antes. El orden debe de ser al revés; busquemos siempre su dirección antes de realizar algo. No olvidemos que sus planes son mejores que los nuestros.
La Palabra dice:
“Encomienda todo lo que hagas a Dios y tus planes tendrán éxito”
Proverbios 16:3
Paso 2- Planifica. El escritor francés Antoine de Saint-Exúpery afirma, “una meta sin un plan es solo un deseo”. Toda acción requiere de un plan. En el mundo digital que vivimos hay muchas aplicaciones que te ayudan a esto. Algunos consejos que te puedo dar son:
-Llevar una agenda diaria donde planees todas tus actividades
– Ir al súper con una lista previa de cosas necesarias para evitar comprar antojos que sólo incrementan el presupuesto. Planea tus menús con anticipación para que compres todo en una sola vez. Esto te ahorra tiempo y dinero. ¡Y…evita ir al súper con hambre!
– Si vas de compras, intenta prever lo que necesitas, tu presupuesto, y aprovecha ofertas de fin de temporada.
– Si tienes en mente un nuevo proyecto, contempla todos los pros y los contras para ver si es realmente factible.
La Palabra nos dice:
“No comiences sin calcular el costo. Pues, ¿quién comenzaría a construir un edificio sin primero calcular el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo?”
Lucas 14:28
Tómate un tiempo para analizar y reflexionar sobre qué áreas de tu vida necesitan mayor orden. No te agobies; el sólo hecho de aceptarlo es ya un buen primer paso. Todo es un proceso y lleva su tiempo.
